Introducción

Actualmente está a la venta el Swiss Marseille Tarot, un trabajo que me llevó casi dieciocho meses y del que estoy muy contenta con el resultado final. Al principio creí tener claro cómo hacerlo, pero rápidamente me di cuenta de que necesitaba un método para conseguir llevar a buen puerto la creación de un mazo que contuviera lo que más me gustaba de los Tarot suizos del siglo XVIII.

 

Definiendo el Método

Una vez definido el método, empecé con los dibujos a lápiz, rescatando los detalles de las cartas que el desgaste, la suciedad y el paso del tiempo habían ido robando. Había oído hablar a otros artistas creadores y restauradores de tarot, que el hecho de dibujar cada arcano les llevaba a comprender mejor su contenido.

 

Conexión con los Arcanos

Eso mismo me ocurría a mí cuando pintaba en formatos grandes. Al final, acababa sintiendo que una parte de mí estaba en el cuadro, tanto por la dimensión de la obra como por las horas echadas en su creación. No pensé que pudiera sentir lo mismo al dibujar los Arcanos de Tarot, pero la sorpresa fue que sí. Me di cuenta de que cuanto más concentrada estaba en los trazos y en distinguir los detalles de los ropajes, mejor comprendía la imagen y cómo encajaba todo lo que en ella estaba.

 

El Proceso de Coloreado

Cuando tenía algunos Bastos dibujados y un par de Arcanos Mayores, necesitaba darles color, dotarlas de vida, no dejarlas vacías. Probé varios tonos y texturas hasta que conseguí la combinación perfecta. Ahora el reto estaba en mantener los colores a lo largo de todo el mazo: ¡menuda odisea!

 

La Importancia de la Luz

Con la realización del Swiss Marseille Tarot, he aprendido a valorar la luz del día. Está pintado con acuarela y la luz es importante para que las mezclas sean las mismas (o muy parecidas) un día tras otro y el color tenga continuidad a lo largo de todo el mazo.

 

Reflexiones y Notas

Una vez terminado el mazo, tenía en una carpeta, además de las anotaciones con las muestras de color y un montón de pruebas sobre las cartas, pensamientos que habían ido surgiendo en la realización de cada carta. Muchas de esas notas no recuerdo haberlas escrito, pero al leerlas llegué a algunas conclusiones que me han servido para ver las cartas de otro modo y he decidido compartirlas con vosotros por si también os sirven.

 

El Loco: Una Reflexión

El Loco camina solo. No hay más personas en su entorno, como ocurre con el Papa o El Enamorado. En cambio, lleva un bastón y un hatillo con una vara: defensas lleva. No parece buscar el anonimato ni la clandestinidad, pues luce cascabeles y su traje es muy llamativo. Se le tiene que ver y oír llegar de lejos. Un perro salta sobre su trasero; no le ha roto los pantalones porque no son pantalones sino unos calzones como si fueran medias de la época.

El Loco es como los trenes; deja tras de sí ciudades y personas, pero al igual que el tren, avanza lleno de vivencias y de historias. Camina, ¿errante?, sí, pero no errado porque sabe dónde va, aunque no se pare para contárselo a nadie.

 

Conclusión sobre el Proceso de Creación del Swiss Marseille Tarot

Espero que esta entrada sobre mi viaje en la creación del Swiss Marseille Tarot os inspire y os anime a comprar este mazo de Tarot. Puedes conseguirlo AQUÍ.